5520178000

Centro de Atención a Adicciones I.P.A.H. S.C.

Permiso COFEPRIS Servicios de Asistencia Social. CDMX No. 40007933 

 


INSTALANDO SUEÑOS, SALVANDO VIDAS

1.- Obsesión

Cuando se tiene una adicción a menudo no se puede pensar en otra cosa que no sea en la actividad o en la droga a la que se es adicto, el modo de conseguirla, la forma de administrarla, etc.

 

2.- Consecuencias negativas

Al corto plazo las conductas adictivas producen placer, evasión de los problemas, alivio y diversión pero a largo plazo afectan las relaciones, la salud, la vida anímica, laboral y escolar, además de la economía del individuo.

 

3.- Falta de control

El rasgo distintivo de la conducta adictiva es que al tratar de controlarla, la voluntad resulta insuficiente. La sustancia o actividad en cuestión controla a la persona, en lugar de ser al contrario. Generalmente, las personas con un problema de adicción creen que pueden controlar la droga, la cantidad, las dosis, la frecuencia, etc.

 

4.- Negación

Las frases más comunes en esta etapa son:

 

“Yo no tengo ningún problema”.

“No es tan grave”.

“Quién no haría esto en mi situación”.

“Yo no estoy tan metido ”.

RECUPERACIÓN

Cuando una persona con adicción vive las consecuencias de su consumo pareciera que no hay salida, muchas veces pierde lo más valioso en su vida; su familia y amigos se alejan, interrumpe su desarrollo profesional y en especial pierde la esperanza. Sin embargo no está sola, existe un grupo de personas dispuestas a ayudarla en la medida que ella lo permita.

 

Renacer implica aceptar que se tiene un problema, y que es necesario pedir ayuda. Es volver a comenzar, tener una nueva oportunidad de vida, recuperando aquello que se perdió: familia, amigos, trabajo, entre otras cosas. Además de sentirse apoyado por personas expertas que lo acompañen en este proceso.

 

Para la familia

También es necesario saber que esta enfermedad no sólo afecta a la persona que lo padece, sino a su familia y entorno en general. Por lo que la mayoría de los familiares se preguntan ¿cómo puedo apoyar? La respuesta es sencilla: haciéndote cargo de ti y de tus emociones.

 

Aunque esto pueda escucharse egoísta, en ocasiones los intentos por controlar el consumo de otra persona son inútiles, y también lo serán en la forma en cómo lleve su recuperación, por ello, una de las mejores maneras de apoyarla es dejando que ella misma asuma las consecuencias de su consumo. Evita mentir o encubrirla.

 

Ahora bien, esto no implica que la desprecies o castigues, finalmente se trata de una enfermedad en donde es necesario pedir ayuda, puedes ofrecerla sin rescatarla y poco a poco ir generando una nueva forma de relacionarte en donde independientemente si tu familiar está consumiendo o no, puedas sentirte tranquilo.